Prohibido subestimar la importancia de los datos en BI

En una organización, la información crece de manera sostenida, por ende, si se quiere garantizar la competitividad de la compañía, se precisa de soluciones que integren y recopilen los datos generados e incorporen todos los cambios corporativos. Cuando los usuarios tienen acceso a diversas fuentes de datos, es frecuente encontrar problemas para localizar la información, por tanto, para impedir que esto suceda, se deben emplear herramientas Business Intelligence (BI) que faciliten la elaboración de informes y análisis que aporten información actualizada y explotable en un formato apropiado. De esta forma, el apoyo para la toma de decisiones podrá ser efectivo y sustancial.

La inteligencia de negocios permite extraer el conocimiento acumulado en las plataformas transaccionales y operacionales, esto provee una visión 360 de la organización que facilita la adecuación oportuna de sus estrategias y políticas, todo gracias a una enorme cantidad de datos e información que son analizados y transformados de acuerdo a necesidades preestablecidas. Visto así, parece una acción sencilla para la compañía; sin embargo, la implantación de una solución BI implica una exhaustiva preparación de los datos que, en buena medida, es lo que garantizará el éxito de la inversión. Lamentablemente, este aspecto no siempre es abordado con la importancia que merece.

Lee: Innovación, disrupción y Business Intelligence

¿Cómo evitar caer en la subestimación de los datos?

Antes de zarpar a los mares de la inteligencia de negocios, es fundamental tener en cuenta la integridad de los datos. Las empresas que ignoran la preparación de éstos regularmente terminan empleando demasiado tiempo tratando de resolver problemas referentes a su calidad, lo que evidentemente retrasa el cumplimiento de los objetivos de la implantación. Peor aún, hay ocasiones en que los directivos y usuarios sencillamente fingen la existencia del problema, lo que resulta en una toma de decisiones basada en información errónea o en la búsqueda de datos en fuentes de dudosa fiabilidad.

Para que la implantación de un sistema BI sea exitoso, una clave esencial, antes de que el usuario comience el análisis, es asegurarse de que los datos sean precisos, completos y consistentes. Las organizaciones podrán alcanzar este propósito si sitúan la calidad de los datos y la gestión de éstos como eje de su estrategia de Business Intelligence.

Al momento de escoger una solución, es preciso asegurarse de que ésta tenga la capacidad de manejar diferentes fuentes de datos, tenga la capacidad de conectarse con servidores locales o en la nube, otorgue la posibilidad de ordenar los datos (cambiar nombres de columnas o especificar encabezados), sea de fácil uso (autoservicio) y permita compartir los paneles con otras personas por medio de diferentes soportes (visualización interactiva en múltiples dispositivos).

La información puede definirse como un conjunto de datos organizados, datos que constituyen un mensaje que marca el estado de conocimiento en una organización, por tanto, no es descabellado afirmar que si de entrada no se valora y atiende como es debido la base de ese conocimiento, la gestión empresarial no podrá ser de otra forma que infundada y de muy alto riesgo.

También lee: Riesgo, el término que incomoda a las gerencias