¿Cuándo conviene implantar Business Intelligence?

Si se asocia el término con las tecnologías de información, Business Intelligence (BI) puede definirse como el conjunto de metodologías y aplicaciones que permite reunir, filtrar y convertir datos de sistemas operacionales en información estructurada para su explotación, dicho de otra manera, es la habilidad para transformar datos en información y la información en conocimiento, lo que da soporte a la toma de decisiones en torno al negocio.

Business Intelligence permite mejorar procesos y genera una ventaja competitiva increíble para la organización, por lo que muchos directivos se preguntan cuál es el momento adecuado para buscar a su socio comercial y comenzar a disfrutar de sus beneficios.

Cuando se es una compañía pequeña, cada empleado controla su área e informa a gerencia sobre su situación. Por lo regular, un colaborador en un departamento determinado no llega a apuntar todo lo referente a sus actividades porque entrega la información resumida a su superior; no obstante, en las empresas medianas que cuentan con varios empleados en múltiples departamentos, el flujo de datos es mucho mayor y la capacidad de analizarlos puede ser insuficiente. Cuando el volumen de trabajo por la enorme cantidad de información generada imposibilita ver el panorama con claridad y realizar informes o reuniones productivas, se hace imperioso implementar Business Intelligence, sobre todo, si los datos antes de llegar al responsable del sector deben transitar por varios escalones.

Una desviación en el rumbo de la compañía, un descenso de la productividad o en las ventas, pueden ser razones suficiente para analizar los datos del negocio. Si no se dispone de esos datos, encontrar el porqué de lo ocurrido puede llegar a ser una labor totalmente infructuosa. Una empresa que, por ejemplo, cayó en ventas y desea bajar el precio de sus productos para revertir la situación, si no cuenta con BI, deberá ubicar las facturas históricas de los proveedores de materiales para poder calcular los costes de las piezas; en producción tocará verificar cuántas piezas se hacen por hora para dividirlo entre los costes de personal, maquinaria y energía, y conocer así el precio de manufactura por hora. Igualmente ocurrirá en el área de logística y distribución. Se deberá escudriñar para encontrar más de un dato; recuperar planos de fabricación para optimizar los diseños; renegociar precios de materiales, etc. Si no se actúa rápido, la organización pu  ede llegar a quedar fuera del mercado en un dos por tres.

Las empresas que poseen el tino de recurrir a las soluciones que las tecnologías de hoy proveen, como es el caso de BI, están altamente preparadas para detectar oportunamente los descensos en venta y hacer frente a las circunstancias con la mayor velocidad posible y sin tener que recurrir al apoyo de varios sectores. El poder extraer y analizar con facilidad la información de sistemas Enterprise Resource Planning y Customer Relationship Management con BI marca una diferencia abismal entre las compañías que apuestan por su cuota de mercado y aquellas que no logran entender las dinámicas cambiantes de las estrategias de negocio. Lo mejor es que las organizaciones pueden incorporar a su sistema algoritmos predictivos que le ayuden a ver el futuro: la bola mágica del comercio.

En definitiva, la implantación de una solución Business Intelligence es recomendable para casi todas las empresas independientemente de su tamaño, pues permite adelantarse a los escenarios y superar los inconvenientes adecuadamente. El análisis de datos propicia tomar mejores decisiones estratégicas basadas en datos y prácticas comprobadas; no en especulaciones o pálpitos.

Te podría interesar: Business Intelligence para la toma de decisiones